Porqué tanto grito?

Para mis lectores, que se divierten tanto con mis "malas sangres",les paso otra historieta real, con el permiso del protagonista de esta historia que hoy es mi amigo.

Un sábado como tantos ,donde el horario de atención reza en un cartel (ya viejo como yo de tanto que lleva colgado) que se atendía de 9 a 13 hs. ,llega un señor "elegante y bien hablado".
Eran las 13 menos 2 minutos.
Yo ya tenía el caballo listo en el palenque para irme a mi casa...pero, uno se debe a la clientela.

Me trae un hermoso ejemplar de reloj,de muchos años de vida, impecable en su estructura,de marca reconocida.
Lo reviso en su presencia y le informo que necesita chapa y pintura,al margen de los repuestos que por ser de marca, hay que conseguirlos en lugares determinados,y a veces no se consiguen.

Quedamos en hablarnos por teléfono,y en un plazo de siete días ,entrevistarnos ,para ver como marchaba la operación "busco repuestos urgente".

Ni el habló ni yo pude llamarlo porque fue realmente imposible dar con una pieza  de todas las que ya había conseguido.
No obstante, esperé los siete días y lo llamé por teléfono,para informarle que la reparación aún estaba a medias.
Me atiende el Sr. elegante  y bien hablado y cuando le cuento que no le había podido terminar su reloj aún ( y le explico el por que ) me contesta:¿qué reloj?

Sorprendido,(aunque ya "veterano" en estas situaciones),le digo la marca,la patente,el tablero,los paragolpes.é....y todo dato que hiciera recordar al cliente bien hablado y elegante ,cual era su reloj.

_Mire. (me dice), Ud. debe estar equivocado.No se quien es Ud. ni de que reloj me habla.
??_ Pensando que había eqivocado la comunicación,corto y vuelvo a llamar,( ya con la lupa puesta sobre los ojos para marcar bien el número).

Como tengo memoria auditiva en exceso ,reconocí la voz y volví a mencionar el reloj en cuestión.
Muy enojado, el Sr. elegante y bien hablado, me insulta con palabras gordas que por respeto a las Protagonistas no puedo repetir, y me pide que no lo vuelva a molestar o me denunciará.....

Para hacerla corta:
no lo volví a ver..y despues de dos años vino una mujer que dijo ser la hermana y habiendo reconocido el reloj y previas mil disculpas , se fue diciéndome  que su hermano estaba en tratamiento,pero que en algún momento iba a venir a buscar su reloj.

Y así sucedió.otro sábado a las 13 menos tres minutos viene el Sr elegante y bien hablado
que por suerte, ahora está muy bien,y recordando la anécdota, me estrechó la mano y me agradeció el respeto que le tuve ,ante tanta palabrota.
El reloj ya reparado ahora luce en su muñeca,y el Sr. elegante todos los sábados pasa y me saluda.


Sigo con las historias sobre relojes....parece que gustan al lector.De modo que....aquí va otra.



Suelo ser obsesivo con mi trabajo.Bueno, suelo no....siempre. Todo debe andar con precisión,los relojes y la vida...así somos los relojeros.(por eso es difícil que nos aguanten).... 

" Cierto día me traen un reloj despertador viejo,...de dos campanas.De caja impecable, pero por dentro el paso del tiempo. 
Después de recorrer viejos reductos de repuestos,con el calor de febrero,transpirando hasta el cerebro.. encontré al fin, la tan deseada pieza que salvaría la vida del reloj. Con herramientas precisas y buen ojo de relojero agrandado por dos lupas, logré arrancar la vieja maquinaria.Durante tres días de control ,la marcha se fue ajustando,hasta lograr el punto necesario para la celebración. Con la seguridad de lo hecho llamé a su dueño ,quien rápidamente, llegó al taller. Tanta alegría tenía con el reloj arreglado, que para celebrar lo revoleó por el suelo (sin querer por supuesto).Volaron las piezas,cual tenues papelitos .La caja que estaba impecable ,quedó como bandoneón.Los pelos de mi cabeza se erizaron como alambres...la indignación superó el límite de lo posible y contando hasta ciento veinte, le revolee un plumero, que por descuido un amigo dejó apoyado en el mostrador. Como tenía cintura, del plumerazo escapó ,pero sin duda alguna al taller,no pensó en volver jamás.